miércoles, 14 de mayo de 2014

Signos del zodiaco

¡Holaaa! :))
El otro día estaba muy aburrida y me puse a investigar un poco sobre los signos del zodiaco. Me parece un tema bastante interesante y... mágico, por así decirlo. Nunca le había dado mucha importancia a mi signo, pero encontré una página que describía a las personas según su signo del zodiaco y lo cierto es que me dejó bastante impresionada. Así que, como todos tenemos un signo zodiacal, aquí os dejo el link para ir a la página esa que os digo. Solo tenéis que pinchar en el nombre de vuestro signo. Además también os dejo las fechas que corresponden a cada uno, por si no sabéis el vuestro.
Comentad (si queréis) qué pensáis de lo que habéis leído, si lo que dice coincide con vuestra forma de ser o no, si os ha gustado, si creéis en estas cosas...
Ya os digo que yo me quedé muy impresionada al leer ciertas cosas, porque coincidían muchísimo con mi personalidad. Pero solo algunas. Por cierto, yo soy piscis :)

Aries: 21 marzo - 19 abril
Tauro: 20 abril - 19 mayo
Géminis: 20 mayo - 20 junio
Cáncer: 21 junio - 22 julio
Leo: 23 julio - 22 agosto
Virgo: 23 agosto - 22 septiembre
Libra: 23 septiembre - 22 octubre
Escorpio: 23 octubre - 22 noviembre
Sagitario: 23 noviembre - 21 diciembre
Capricornio: 22 diciembre - 19 enero
Acuario: 20 enero - 17 febrero
Piscis: 18 febrero - 20 marzo

miércoles, 23 de abril de 2014

Día del libro :))

Sí, señoras y señores. Como podéis ver (o leer) ahí arriba hoy es El Día del Libro.


No, venga. Ahora en serio.
Hoy es el Día del Libro, de libros como estos:


Y de estos también:
Sé que estos últimos llegan a ser odiosos y más de uno acaba pensando en quemarlos, tirarlos por la ventana o dárselos al perro para que se entretenga un ratito. ¡Pero son libros! ¡LIBROS! Así que, si de verdad amáis la lectura, los libros y todo lo relacionado a ellos, por favor, guardad ahora mismo las cerillas y ni se os ocurra prender ni una sola página. Os estaré vigilando.


Sé que es un poco tarde para subir la entrada. Apenas queda una hora para que deje de ser 23 de abril, pero más vale tarde que nunca.
Por lo tanto, os diré algo sobre este día tan especial que probablemente ya sabíais: el Día del Libro se celebra el 23 de abril precisamente porque fue ese día en el que murieron dos grandes maestros de la literatura universal. Además murieron el mismo año. En 1616. Menuda coincidencia ¿verdad? Estoy hablando de Miguel de Cervantas y William Shakespeare. Seguro que los conocéis o al menos os sonarán de algo.

Y ya, para terminar y hablando de libros, os diré cuál me estoy leyendo ahora. Magia de una noche de verano. Es la tercera vez que me leo este libro, pero, en serio, no me canso de hacerlo. Siempre me divierto mucho leyendo sus páginas, me río con cada personaje, me meto en sus pieles y siento todo lo que ellos sienten. He pasado muy buenos ratos con este libro y cada vez que lo leo, descubro algo nuevo que otras veces he pasado por alto. Además, le tengo un cariño especial, ya que fue el primer libro que me leí que tuviera más de 200 páginas, por lo que tiene, y tendrá, un lugar especial en mi corazón :')
Y sin más, me despido de vosotros y os deseo un feliz Día del Libro, aunque esté a punto de terminar. Así que a sonreír y a tirar "pa' lante", que la vida no se merecer ser vivida con lágrimas y preocupaciones.
Un saludo ;)

martes, 22 de abril de 2014

Indicio de explosión

Hoy he estado a punto de derrumbarme y explotar. No sé exactamente qué me ha pasado, solo que de repente ha sido como si todo se me viniera encima de golpe, todo aquello que siempre me trago, todo lo que no suelto y me guardo para mí misma...
He sentido cómo las lágrimas caían de mis ojos. No podía más, no puedo más.
Siento que todo esto me puede, no sé qué hacer con mi vida, qué camino tomar, y lo poco por lo que consigo decidirme o creo tener claro, me lo quitan. Me dicen "No puede ser" o simplemente "No". Estoy harta de eso, de que cuando me parece estar satisfecha por una decisión tomada por mí misma sin la intervención de nadie y de la que estoy convencida, siempre me la quitan de las manos antes de que pueda saborearla, antes de tener tiempo de ver si por una vez en mi vida elegí bien o, como tantas otras veces, mal.
Hay muchas cosas que sigo guardando dentro, como que a pesar de mis diecisiete años de edad me sigo sintiendo como una niña pequeña que no sabe lo que quiere ni tiene nada claro ni sabe comportarse de forma madura cuando le toca. Eso es. Siento que todavía no he madurado. Ahora me diréis que vivir como un niño es lo mejor del mundo, no hay preocupaciones, todo es maravilloso... y no lo niego. Sé que es genial, pero hay muchas situaciones que te piden un poco de madurez y es en esas situaciones en las que no sé cómo comportarme. Son situaciones que no sé manejar.
Además, últimamente parece que nada de lo que hago me sale bien. TODO se acaba yendo a la mierda. No importa lo que me haya esforzado o lo que haya trabajado, siempre hay algo que lo acaba fastidiando. Y estoy harta.
Incluso ahora, que es mi momento de soltarlo todo, de desahogarme, de llorar lo que no he llorado, sé que me sigo conteniendo. Sigo guardándome las lágrimas y eso solo desembocará en que, un día, explotaré de verdad. Todo lo que he estado aguantando se ha convertido en pólvora y una minúscula chispa, por muy pequeña que sea, bastará y sobrará para hacerlo explotar y hacer que me derrumbe por completo.

lunes, 21 de abril de 2014

Un corazón.

Que él se alejara de mí sería incluso peor que morir, porque mi corazón sería el objeto de una paliza emocional tan grande que se quedaría roto en mil pedazos. Aún así, seguiría vivo, latiendo, sintiendo, sufriendo… porque solo le quedarían vagos recuerdos a los que aferrarse, recuerdos que solo le ocasionarían más dolor.
Pero mi corazón seguiría recordando a pesar de todo. Estaría vivo, sí, pero viviendo cada segundo con el único deseo de no sentir nada, de ser solo un corazón, un órgano cuya única misión es bombear sangre al cuerpo. No quiere ser él el encargado de albergar las emociones, ya no quiere ser confundido por ellas y no quiere hospedar al amor, porque casi siempre viene acompañado de un invitado no deseado: el dolor.
Solo quiere ser, simple y llanamente, un corazón.


viernes, 18 de abril de 2014

Tres mitades

Y sentir como si le hubieras dado la espalda a todo aquello en lo que creías, aquello que te definía, que formaba parte de ti. De repente, una palabra, una mirada bastan para que te olvides de todo eso y por una vez en la vida, te dejas llevar.
Una parte te dice que te detengas, que lo que estás haciendo no está bien y la otra parte… ¡Ay! ¡La otra parte es la gran incógnita! Se supone que la segunda mitad siempre contradice a la primera, en cualquier tema, siempre. Sin embargo, esta vez parece no querer opinar nada o, tal vez, la parte que dice que estaba mal se niega a aceptar que en realidad estuvo bien e intenta someter a su contraria mitad, esa que no se arrepiente de nada, esa que en secreto está deseando volver a cometer ese “error”.
Pero ¿y qué hay de ti misma? Puede que en tu interior haya dos frentes peleando constantemente entre sí intentando ganar la batalla, pero tú siempre serás la que tenga la última palabra. Tú decides que mitad quieres que gane, si estuvo bien o mal, si quieres arrepentirte o no, si fue un error o no, un paso hacia delante o uno hacia atrás… O si fue un error que quieres volver a repetir.
En mi caso, sé que me aferro a la idea de que estuvo mal, pero solo lo hago porque temo el lugar al que me llevará la otra opción, no me atrevo a aceptar que, en el fondo, lo que hice estuvo bien, que me ha a servido para aprender.
No puedo aceptarlo en voz alta, pero sé que probablemente, si me dieran la oportunidad, volvería a hacer lo mismo, olvidar por un momento quién soy para poder empezar a ser yo misma de verdad.


sábado, 12 de abril de 2014

Nos imaginé

La música sonaba de fondo mientras las luces giraban a nuestro alrededor. De repente, nos habíamos quedados solos bajo la atenta mirada de las estrellas.
Una fría brisa que nos recordaba que la primavera no había llegado del todo se metió en mi cuerpo, produciéndome un escalofrío, y él, tan atento como siempre, me cedió su chaqueta para que yo dejara de temblar, aunque, sinceramente, hubiera preferido que fuesen sus brazos los que me arroparan.
Entonces miré a mi alrededor para retener cada detalle en mi memoria y así no olvidarlo nunca: el ir y venir de las luces de la fiesta: rojo, verde, azul... girando sin parar; el cielo oscuro iluminado por tímidas estrellas y una brillante y plateada luna reinando en el firmamento; y sobre todo, recordar a la persona que estaba sentada a mi lado, a un distancia prudente de mí. Una distancia que me habría encantado hacer desaparecer.
Después cerré los ojos. También quería recordar todo aquello que no podía ser captado con la mirada, aquello que escapaba de la vista como el retumbar de la música a través de los altavoces, o el viento susurrando en mi oído palabras incomprensibles, o el aroma de él... Sí, su olor estaba en todas partes, en el aire, en su sudadera... y ahora también en mi cabeza.
Abrí los ojos y un breve choque de miradas tuvo lugar entre los dos, lo suficiente para añadir más detalles que recordar de ese momento: sus ojos puestos en mí para mirarme sin que yo me diera cuenta, los nervios en mi estómago al darme cuenta y su forma de apartar la vista rápidamente con la esperanza de que no le hubiera visto, pero le vi.
También, en un momento en el que mi imaginación desplegó las alas para hacer de las suyas, nos imaginé a los dos bailando esa música que no era de la de "bailar pegados". Nos imaginé bailando bajo ese cielo estrellado. Nos imaginé bailando rodeados de esas danzantes luces de colores. Nos imaginé. Y eso también lo guardé en mi memoria.
Cada segundo que pasaba se convertía en un detalle que recordar y en un deseo mudo de que todo eso que mi imaginación imaginaba, llegara algún día a ocurrir de verdad.

miércoles, 2 de abril de 2014

Cambios

¡Por fin he cambiado el diseño del blog!
Llevaba mucho tiempo queriendo cambiarlo (ya me había cansado un poco del otro :S). Así que, aprovechando que hoy estoy mala y no he ido al instituto (no sé si alegrarme o no, porque me estoy muriendo de dolor de barriga u.u), me he puesto manos a la obra y aquí está el resultado.
Espero que os guste el nuevo diseño ;)

viernes, 28 de marzo de 2014

What might have been

-Solo... quiero comprobar una cosa - le digo sin apartar mis ojos de los suyos. Veo el arrepentimiento en ellos, y tal necesidad de que le perdone que hasta duele.
Despacio, me acerco a él. Lentamente, sin prisas, hasta que nuestros labios están a tan solo unos centímetros de distancia.
Tomo aire y cierro los ojos a la vez que poso mis labios sobre los suyos, con delicadeza.
Se trata de un beso suave y dulce, y no tardo mucho en encontrar eso que estaba buscando. O, más bien, eso me encuentra a mí, tan bruscamente que es como chocar contra un muro. Hay dolor, sí, pero una parte de mí ansiaba volver a sentirlo. Es el combustible que hace funcionar mi corazón, haciendo que vuelva a latir vivaz, con fuerza, cortándome la respiración.
Mi pecho parece estar a punto de estallar y la sensación de vértigo en mi estómago se presenta en mí como una vieja conocida. Me siento como si estuviera a cientos de kilómetros de aquí, en algún lugar entre las nubes y las estrellas.
Y entonces sé que de verdad me quiere, que sus palabras de arrepentimiento son sinceras y que lo que ha pasado no ha sido nada más que un error.
Equivocarse es de humanos, al igual que perdonar.
Además, de los errores se aprende y de este, no solo él ha aprendido la lección, sino que yo también he sido alumna de este maestro y he anotado en mi libro de la vida una enseñanza, un de esas que te gustaría no haber aprendido nunca, pero que en algún momento tenemos que afrontar.
Me dejo llevar por las emociones, saboreo cada segundo que pasa, deleitándome con la suavidad de sus labios, recordando cada risa, cada juego, cada momento en el que nos perdíamos entre nuestros besos, en el que las palabras sobraban y solo eran necesarias las miradas. Esos recuerdos siempre prevalecerán en mi interior y por mucho que quiera, no puedo hacerlos desaparecer. Ya forman parte de mí.
Termino el beso con cuidado, separando nuestros labios solo lo necesario para poder respirar.
Después, le rodeo con mis brazos, abrazándole con fuerza para evitar que se vaya, para que se quede siempre conmigo.
-Te he echado de menos - digo en un susurro en su oído, temerosa de romper este momento con las palabras.
Él me devuelve el abrazo, estrechándome entre sus brazos, tal vez también con el temor de que me aleja y, por esa razón, hay una promesa silenciosa en sus brazos alrededor de mi cuerpo: "No volveré a perderte. Se acabaron los errores".



miércoles, 12 de febrero de 2014

Niebla

    El nuevo día amanece oculto por la niebla, una espesa nube que cubre las montañas y los caminos. El trote de mi caballo es silencioso a través de la bruma mientras me alejo de ese pueblo, huyendo del peligro, dejando todo atrás: mi familia, mis amigos, mi casa… Todo.
    Seco las lágrimas que han empezado a salir de mis ojos y me obligo a seguir adelante, recordándome a mí misma que en el pueblo no estoy a salvo y que quedándome solo estoy poniendo en peligro a los demás.
    El lugar que hasta ahora había sido mi hogar hace un rato que ha sido engullido por la niebla. A un lado del camino crece la ladera de una montaña bañada de pequeños árboles, demasiado jóvenes todavía y al otro lado se extiende un amplio campo de maíz que de estar yo de pie, me cubriría por completo.
    Tras unos minutos de marcha, mi caballo se pone nervioso, comienza a relinchar y en un momento dado, se detiene. Le tranquilizo con palabras, acariciando su cuello e intentando tranquilizarme yo también. Finalmente consigo hacerle continuar.
    Una curva cerrada aparece entre la niebla y mi caballo se altera mucho más que antes. Consigo que avance, pero por cada paso dado, retrocedemos tres.
    Por fin giramos la curva. Todo está en un absoluto silencio y el ambiente se vuelve frío. Un estremecimiento me recorre de arriba abajo. La niebla parece ocultar algo y por un momento me siento atrapada y desorientada.
    Oigo un ruido a mis espaldas y la fina línea que separaba el autocontrol del miedo, desaparece por completo y mi caballo se levanta sobre las patas traseras, tirándome al suelo y después, desaparece entre la niebla, dejándome atrás.
    Todo ha ocurrido muy deprisa, pero en ese breve instante en el que estaba en el aire, he visto un objeto pasando a escasos centímetros de mi rostro.
    Completamente asustada y dolorida por la caída, me levanto del suelo. Miro a mi alrededor sin saber qué estoy buscando, aunque dudo mucho que de saberlo, lo encontrara, ya que todo lo que veo es esa bruma blanca.
    Vuelvo a oír el ruido de antes y de repente, una flecha aparece en el suelo, clavada a mis pies. Algo me dice que también una flecha era lo que antes había pasado rozándome. El miedo impide que de mi garganta salga sonido alguno y a pesar de que mi instinto me dice que corra, me quedo paralizada.
    No me muevo durante un tiempo que me parece eterno. Delante de mí, entre la niebla, comienzo a distinguir una silueta humana. Se acerca lentamente a mí… y se detiene. Está inmóvil, como yo, pero entonces hace un movimiento con los brazos y a pesar de la densa niebla, no me cuesta distinguir un arco apuntando en mi dirección.
    Ni siquiera pienso en lo que hago. Doy media vuelta y comienzo a correr. Corro como no lo he hecho nunca, pero desgraciadamente, oigo al arquero correr tras de mí.
    El miedo se hace conmigo y la desesperación por escapar me impide ver por dónde voy. Apenas distingo el suelo que piso y la niebla sigue ahí, reduciendo mi campo de visión a tan solo dos metros.
    Me parece oír los cascos de un caballo y un pequeño brillo de esperanza aparece en mi interior al pensar que se trata del mío, de ese que me ha tirado al suelo y que a lo mejor ha vuelto a por mí, pero mi horror es evidente al percatarme de que ese sonido proviene de atrás.
    Corro mucho más rápido si es posible, pero el caballo que me persigue se acerca cada vez más. Oigo un grito procedente de la persona que monta al animal, pero no entiendo nada, ni siquiera estoy segura de si le he oído de verdad. Esa persona vuelve a gritar y esta vez está lo suficientemente cerca como para que le entienda con claridad. Ha dicho mi nombre y esa voz me es muy familiar.
    El caballo se sitúa irremediablemente a mi lado y yo me atrevo a mirar a su jinete.
    -Tú… - consigo decir en un susurro.
    No sé si alegrarme o no de verle aquí, ya que estando conmigo peligrará su vida y no quiero que le pase nada por mi culpa. No quiero llevar más muertes en mi conciencia de las que ya llevo.
    -¡Dame la mano! – grita mientras me tiende su mano para ayudarme a subir al caballo.
    Dudo un instante, sin saber por qué no se detiene para permitirme subir más fácilmente, pero entonces algo me hace mirar atrás. Tres siluetas nos persiguen montadas a caballo, ocultas entre la niebla, pero cada vez más cerca.
    No dudo más y agarro su mano. Él tira de mí y consigo sentarme tras él, aunque por un momento pensaba que me caería.
    -¿Qué haces aquí? – le pregunto alzando la voz y a la vez un poco enfadada.
   -Sabía que no te quedarías en el pueblo – dice sin apartar su vista del frente – Y no estaba dispuesto a perderte de nuevo.
    Sus últimas palabras hacen que mi enfado remita un poco y que un agradable cosquilleo se aposente en mi estómago, pero todo eso desaparece, sustituido por el miedo al oír los cascos de los caballos que nos persiguen y que están cada vez más cerca.
    -¡Acelera! – le grito asustada, haciéndole saber que nos están alcanzando.
    Nuestro caballo corre un poco más deprisa, pero es obvio que nos alcanzarán en cualquier momento.
    Una nueva curva aparece en el camino y al girar, observo con horror que nuestro caballo se detiene.
    -¿Qué…? – empiezo a decir, pero una mano tapa mi boca, evitando que diga palabra.
    Miro esos ojos castaños que me devuelven la mirada, suplicándome que guarde silencio. Mi respiración está acelerada, y no solo por el miedo, pero le hago caso y me quedo callada.
   Mi boca vuelve a quedar libre y él dirige el caballo a un lado del camino, escondiéndonos tras unos matorrales. Justo en ese momento, las tres figuras que nos perseguían doblan la esquina y siguen avanzando, intentando atraparnos, pero ahora solo siguen a la nada. Ninguna de ellas parece haberse percatado de nuestra presencia entre los matorrales y no es hasta que la niebla se los traga, cuando vuelvo a respirar con tranquilidad.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Ahí va un breve relato. Anoche soñé algo parecido y llevo todo el día dándole vueltas hasta que finalmente me decidí a escribirlo.
Espero que os guste :)
PD: ¿Me podríais dar algún un consejo para mejorar el diseño del blog?

sábado, 8 de febrero de 2014

¿Nada?

    El otro día, así, pensando, me di cuenta de que la frase "Ahí no hay nada" no tiene sentido. No sé si alguien se habrá dado cuenta también, aún así os diré cómo he llegado a esta conclusión.
    La palabra nada significan "ausencia de algo", ¿no? Entonces, al decir "Ahí no hay nada", es como si dijéramos "Ahí no hay ausencia de algo". Puede sonar algo raro, pero ese "no" está negando a "nada", a esa ausencia y, por lo tanto, sí que hay algo ahí.
    Así que... al decir "Ahí no hay nada", en realidad estamos diciendo que sí hay algo y la forma correcta de decirlo sería "Ahí hay nada", pero no nos suena nada bien.
    Bueno, esta ha sido mi "reflexión" de la semana por llamarlo de alguna forma jajaja.
    Espero que paséis un buen fin de semana, aunque solo quede un día :S.

domingo, 26 de enero de 2014

Sin solución.

¿Qué hacer cuando sientes que no hay solución? ¿Que por mucho que lo intentes nada volverá a ser como antes? ¿Lo darías todo por perdido o seguirías luchando por ello, a pesar de que sabes que siempre volverá a pasar lo mismo?

Es un quiero y no puedo o un puedo y no quiero... no estoy segura de cual de los dos, solo sé que estoy cayendo al vacío y que es mía la decisión de abrir el paracaídas o de dejarme caer hasta el fondo.

El problema es que si decido dejar que mi cuerpo se estrelle contra el suelo, no seré la única que se romperá en mil pedazos al chocar.

miércoles, 22 de enero de 2014

Dos palabras

Y de mis labios prendidas dos solitarias palabras
con más fortaleza unidas que separadas.

Dos palabras, cinco simples letras al vuelo
ordenadas para expresar un sentimiento,
una fuerza incontenible,
un poder que borra fronteras y une pueblos,
un poder tan antiguo que duele de complejo,
tan duradero como el infinito tiempo,
pero tan humilde que solo en corazón compañero
consigue hallar consuelo.

Dos palabras que mis labios desean y temen pronunciar,
temor al rechazo y deseo de expresarlo,
mas que de ese temor vano no sea el deseo intimidado,
que por callar no esté el corazón atormentado,
mejor será desvelar el secreto bien guardado
que dudar después de lo que pudiere haber pasado.

Mi alma aclama a voz en grito estas palabras
de jóvenes y amantes desentrañadas,
mas mis labios no osan pronunciarlas
por miedo de que el viento borrarlas deseara,
por eso presto tal tarea de mi boca rechazada
a mis manos que con trazos negros las letras dibujara,
dando forma a mis tan ansiadas palabras.

TE AMO.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Hola a todo el mundo :))
Sé que llevo bastante tiempo sin publicar nada y lo siento mucho, pero entre que apenas tengo tiempo y que estoy pasando por un momento de sequía, no puedo escribir mucho.
También aprovecho ahora para desearos un feliz año nuevo, un poco tarde y os pido mil perdones por ello, pero más vale tarde que nunca ¿no?
Con respecto a la entrada... no sé, no soy mucho de escribir poemas y si he escrito este es porque simplemente ha salido solo, digamos que ha habido un cese en mi falta de inspiración durante unos segundos y que este ha sido el resultado. Os agradecería que me dierais vuestra opinión, si os ha gustado o no, si mejoraríais algo... lo que sea, me gustan las críticas (siempre y cuando sean respetuosas) ya que son la mejor forma de mejorar.
Esto es todo y solo digo que ojalá tuviera más momentos de inspiración como este, porque me encantan.
Un abrazo a todoooos :)
Free Lines Arrow